Guelmis Rivera
La
motivación para alcanzar una transformación social en los ciudadanos, en mí
siempre ha estado de sobra.
El
momento es propicio para que, primero como Ciudadanos responsablemente
comprometidos, y luego como electores por derecho constitucional, reflexiones
un asunto que se ha desbordado, y del cual hemos perdido el control hace ya
varios años.
En
los últimos años, he observado una cierta cantidad de “políticos” que optan por
ciertos puestos públicos, tales como: Alcaldías, Regidurías, Diputaciones y
Senadurías, este último es un caso exclusivo. A la mirada indiferente, los
Partidos políticos en la Provincia Peravia, han permitido desenfrenadamente las
postulaciones a cargos, de personas que no muestran una preparación suficiente,
por no decir basta, para dirigir o servir al Municipio o la Provincia, desde
una determinada curul.
Nosotros
comprendemos que la Constitución dominicana, proclamada el 26 de Enero de 2010,
establece en el artículo 22. Derechos de ciudadanía; 1). Elegir y ser elegibles para los cargos que establece la presente
constitución.
Nosotros
no mostramos oposición a dicho artículo de nuestra Carta magna, pero nos
sentimos descontentos, cuando los encargados de legislar las leyes, no tienen
si acaso, un conocimiento vago de ellas. Es sumamente desagradable, que los
Diputados/as, y los Senadores/as de nuestro País, no tengan tacto con el
sistema judicial dominicano como se debe, para poder conocer más a fondo las
leyes y normas que necesita la Sociedad, para funcionar de una manera ordenada,
justa, decente y correcta.
Nuestro
país es un ejemplo contundente de legislación defectuosa producto de la
elaboración precipitada de leyes, de la carencia de estudios técnicos previos y
debates profundos. Nuestra legislación está desprovista de la cuidada
elaboración teórica y técnica, y es por ello que se le tiene en el más bajo
nivel de consideración profesional.
De
todas maneras, nuestros legisladores necesitan una asesoría técnica para
elaborar leyes más adecuadas. Es decir, que conviertan las leyes en preceptos
jurídicos bien coordinados entre si y debidamente armonizados con el resto de
la legislación.
El
próximo 2015, debemos ser observadores el año entero, de los candidatos que
aspiraran a legislar nuestras leyes y promulgarlas. Debemos usar los ojos
críticos, para de una manera prudente, elegir con la consciencia limpia y de
una manera justa, a los candidatos por nuestros Municipios, nuestras Provincias
y la Presidencia de la República.
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